lunes, 24 de junio de 2019

Explican cómo una tecnología preincaica podría resolver el problema de la escasez de agua en Lima







Investigadores explicaron de qué manera los antiguos sistemas utilizados en Perú podrían ayudar a ahorrar agua de la estación húmeda para utilizarla en la estación seca.

Especialistas de la Escuela Imperial de Londres y de la Iniciativa Regional para el Monitoreo Hidrológico de los Ecosistemas Andinos en América del Sur han publicado un estudio donde explican cómo una antigua tecnología preincaica ayudaría a resolver el problema de la escasez de agua en las regiones costeras de Perú, incluida la capital Lima.

Según recoge el portal EurekAlert, el investigador principal, Wouter Buytaert, subrayó que "la gente de Lima vive con una de las situaciones de agua más inestables del mundo", donde "hay demasiada agua en las estaciones húmedas y muy poca en las secas". Buytaert agregó que "los pueblos indígenas del Perú sabían cómo solucionar esto", con lo cual su equipo estudió un antiguo sistema de agua llamado "mamanteo", que se utiliza ahora en el distrito de Huamantanga.

La publicación explica que antiguas civilizaciones peruanas crearon en el año 600 de nuestra era sistemas dentro de las montañas que desviaban el exceso de agua de lluvia a través de rocas. El agua necesitaba meses para pasar a través del sistema hasta que resurgía río abajo, justo a tiempo para la estación seca.

Los científicos examinaron un sistema de esas características en Huamantanga durante las estaciones húmedas y secas entre los años 2014 y 2016. Lo que hallaron fue que el agua tardó entre dos semanas y ocho meses en resurgir, con un tiempo promedio de 45 días. A partir de esos datos los investigadores calcularon que si el Gobierno amplía el sistema para satisfacer el tamaño de la población actual, se podría desviar y retrasar el 35 % del agua de la estación húmeda en la región de Lima, lo que equivale a 99 millones de metros cúbicos por año de agua.

Esto, a su vez, aumentaría el agua disponible en la estación seca hasta en un 33 % en los primeros meses, y en un promedio de 7,5 % para los meses restantes. "Como muchas ciudades tropicales, la población de Lima está creciendo velozmente: demasiado rápido para que las reservas de agua puedan mantenerse durante las estaciones secas", comentó al respecto Buytaert. "Aumentar los sistemas preincaicos existentes podría ayudar a aliviar los meses húmedos de Perú y satisfacer los secos", afirmó.

"Debido a que no podemos confiar plenamente en un método, debemos ser abiertos y creativos. Pero nuestro estudio muestra que tenemos mucho que aprender de la forma en que la población indígena de Perú gestionó su paisaje de manera inteligente hace 1.400 años", resumió el científico.

Los secretos de las líneas de Nazca: ¡no es ningún 'colibrí'!






Científicos japoneses realizaron un estudio ornitológico de 16 geoglifos de aves en el desierto de Nazca en Perú.

"Hasta ahora, las aves en estos dibujos han sido identificadas en base a impresiones generales o algunos rasgos morfológicos presentes en cada figura. Observamos de cerca las formas y tamaños relativos de los picos, cabezas, cuellos, cuerpos, alas, y patas de las aves y los comparamos con los de las aves modernas en Perú", cuenta Masaki Eda del Museo de la Universidad de Hokkaido, citado por el servicio de prensa de este organismo.

Durante el trabajo, se encontró que algunas imágenes se parecen a varias especies de aves peruanas.

Además, resultó que la imagen, que previamente se había confundido con un colibrí, es en realidad un zorzal ermitaño (geoglifo PV68A-CF1).



Al mismo tiempo, el PV68A-GF3 y el PV68-GF1 resultaron ser simplemente pelícanos.

Otros dibujos de aves que se creía que eran cóndores o flamencos no tenían las características esenciales para ser identificados como tales, pero eran demasiado incompatibles con las aves peruanas modernas para justificar una nueva clasificación, explican los científicos japoneses.

"La gente de Nazca que dibujó las imágenes pudo haber visto pelícanos mientras recolectaban comida en la costa. Nuestros hallazgos muestran que dibujaron aves exóticas, no locales, y esto podría ser una pista de por qué las dibujaron", explica Eda.

El estudio japonés se publicó en la revista científica el Journal of Archaeological Science: Reports.

domingo, 23 de junio de 2019

Nueva teoría de científicos sobre la real especie de ave dibujada en las Líneas de Nasca


El estudio revela que los autores de estos geoglifos dibujaron aves exóticas, no locales, en Nasca.

El colibrí es una de las figuras más populares de los más de 2000 dibujos. | Fuente: PromPerú

Un nuevo estudio ha remecido las investigaciones previas sobre las famosas líneas de Nasca en el sudoeste de Perú.

Científicos japoneses han publicado un trabajo en la revista Journal of Archaeological Science: Reports en el que afirman que las aves relacionadas hasta el momento con las figuras no serían las correctas.

“Hasta ahora, estos pájaros habían sido identificados en base a impresiones generales o algunos rasgos morfológicos presentes en cada figura. Por eso observamos de cerca las formas y tamaños relativos de los picos, cabezas, cuellos, cuerpos, alas, colas y patas de las aves y las comparamos con las de las aves modernas en Perú”, explica Masaki Eda, del Museo de la Universidad de Hokkaido.

Por lo mismo, se aplicó un enfoque ornitológico para la identificación. Los científicos han cambiado la clasificación de la figura del colibrí a la de un ave ermitaño, y la del pájaro guano -y un pájaro previamente no identificado- como pelícanos. Los dibujos identificados como cóndores y flamencos no han encontrado argumentos para una nueva clasificación.

Debido a su pico largo y delgado, patas cortas, tres dedos en la misma dirección y cola larga con una sección central alargada, el 'colibrí' se ha reclasificado como ermitaño. En Perú, las colas largas y puntiagudas solo aparecen en ese tipo de aves. (Hokkaido University)

De acuerdo con los científicos, las personas que dibujaron estas imágenes pudieron reconocer estas aves, aunque no se encuentren en su hábitat natural: “La gente de Nasca que dibujó las imágenes pudo haber visto pelícanos mientras recolectaban comida en la zona costera. Nuestros hallazgos muestran que (los pueblos preincaicos) dibujaron aves exóticas, no locales, y esto podría ser una pista de por qué las dibujaron en primer lugar, mencionó Eda. 

16 figuras fueron estudiadas

Los ermitaños, por ejemplo, se encuentran en los bosques en las laderas orientales de los Andes y en el norte cerca de Ecuador. Y los pelícanos viven a lo largo de la costa.

Las Líneas de Nasca se encuentran a 400 km de Lima y fueron esculpidas hace más de 2 mil años. Los científicos esperan seguir descubriendo las verdaderas identidades de las figuras mediante el análisis de cerámicas locales y hallar el mecanismo de fabricación de las enormes figuras que pueden ser vistas desde el espacio.

miércoles, 5 de junio de 2019

Encuentran el 'eslabón perdido' entre los siberianos y los pueblos originarios de América







Hasta ahora, el origen de los antiguos pueblos del noreste de Siberia y su conexión con los habitantes modernos y con las poblaciones originarias americanas, eran desconocidas. Lo mismo sucedía con los paleoesquimales y su parentesco con los pueblos del Ártico. Los científicos han utilizado la tecnología para responder estas interrogantes.  

La investigación, conducida por científicos daneses y rusos y publicada en Nature, encontró un "eslabón perdido" entre los nativos americanos y los antiguos habitantes de Siberia, los paleosiberianos. Además, los autores encontraron que en el noreste de Siberia durante los últimos 31.000 años hubo tres olas de migración.


Se calcula que los humanos aparecieron en Siberia nororiental, uno de los lugares más inhóspitos de la Tierra, hace unos 40.000 años. Hace aproximadamente 14.500 años, las personas de esta región cruzaron el estrecho de Bering a lo largo del istmo terrestre, que se formaba de manera periódica durante la última glaciación. Esta ola de migración fue la primera, pero no la única.

Más tarde en América, las personas aparecieron genéticamente relacionadas con los habitantes de Australasia. Hace unos 5.000 años, los paleoesquimales aparecieron en el continente.

Por último, hace unos 800 años, los llamados neoesquimales aparecieron en el norte de América del Norte, los pueblos Inuit y Yupik modernos están conectados genéticamente con ellos.

Investigadores del primer grupo, dirigido por Eske Willerslev, de la Universidad de Copenhague, secuenciaron el genoma de 34 siberianos antiguos.

Los autores llegaron a la conclusión de que durante más de 31.000 años hubo tres grandes migraciones en Siberia, durante las cuales los colonos se trasladaron de sur a norte. El análisis de los dos genomas más antiguos mostró que los niños que vivían en el río Yana pertenecían a un grupo previamente desconocido de habitantes antiguos del norte de Siberia (antiguos siberianos del norte).

Genéticamente, eran 71% similares a los habitantes de Eurasia occidental, pero se separaron de ellos hace aproximadamente 38.000 años. El 29% restante era el patrimonio genético de los asiáticos orientales.

Entre hace aproximadamente 18.000 y 20.000 años, los descendientes de los habitantes del norte de Siberia se mezclaron con los nativos del este de Asia y formaron las líneas genéticas de los nativos americanos y los paleosiberianos. Los restos de un hombre paleosiberiano que vivió hace 10.000 años fueron encontrados en el río Kolimá.

Hace aproximadamente 13.000 años, los paleosiberianos expulsaron a los neosiberianos. Más tarde, hace unos 5.000 años, los nómadas de las estepas de Asia Central aparecieron en el noreste de Siberia.

"Un grupo de portadores del genoma de la antigua población paleosiberiana es la población más cercana a los grupos de nativos americanos. Este es el primer hallazgo de este tipo realizado fuera de Estados Unidos. Este grupo es tan genéticamente cercano a los americanos que podemos decir que es el eslabón perdido en la historia genética de los pueblos originarios de América", explicó Vladímir Pitulko, uno de los autores del estudio, al medio científico ruso N+1.

Por su parte un grupo de científicos alemanes y chechos analizaron los datos de todo el genoma de 48 individuos antiguos y 93 individuos modernos de Siberia, Alaska, las islas Aleutianas y Canadá. Los investigadores descubrieron que los paleoesquimales no desaparecieron sin dejar rastro: dejaron su huella en los genomas de los habitantes modernos del Ártico estadounidense.

Los resultados del análisis mostraron que los proto-paleo-esquimales (los antiguos pueblos que habitaban en el noreste de Siberia) resultaron de una mezcla de los paleosiberianos y los habitantes del este de Asia. Ellos, a su vez, fueron los antepasados ​​de los paleoesquimales y los habitantes de Siberia que hablaban lenguas chukchi-kamchatka.

Además, los autores del artículo descubrieron la herencia genética de los paleoesquimales entre los antiguos aleuts, los inuit modernos, los yupik y los pueblos originarios que hablan lenguas da-nené.