Se ha encontrado un "dibujo" masivo de una ballena asesina en las legendarias Líneas de Nazca de Perú. Podría ser la imagen más antigua jamás registrada en el sitio.
En 2013, los científicos encontraron lo que creían que era una representación enorme de una criatura marina a aproximadamente 250 millas al sur de Lima. Investigadores de la Comisión de Arqueología de Culturas No Europeas (KAAK) del Instituto Arqueológico Alemán colaboraron en el proyecto con otros socios, incluidos miembros del Instituto Andino de Estudios Arqueológicos (INDEA). Después de años de análisis, trabajo de restauración y debate, han confirmado que es una orca.
"Tal vez es el geo-glifo más antiguo de la era de Nasca", dijo Markus Reindel, arqueólogo de KAAK y jefe del proyecto Nasca Palpa, al periódico alemán Welt.
El geoglifo mide aproximadamente 200 pies de largo. Hay aproximadamente 1,500 más en la región, la mayoría de ellos datan de 200 aC. a 600 d.C. Además de su potencial para ser aún más viejo, la orca plantea varias preguntas inmediatas, como por qué un mamífero marino estaba siendo representado en el medio del desierto peruano. El geoglifo también presentaba misteriosos símbolos y una "cabeza de trofeo" que, según los teólogos, podría significar que la imagen tenía un propósito religioso.
Las partes de la imagen se crearon en relieve negativo, lo que significa que las áreas de suelo expuesto son las que forman las líneas reales, en lugar de pilas levantadas de piedras; este estilo es más indicativo de los geoglifos de Nazca más antiguos. Pero otras partes sí presentan una construcción de relieve positivo, que está más asociada con Paracas, una cultura separada e incluso más antigua. Las pruebas de suelo del geoglifo de la orca datan potencialmente de 200 aC. Es concebible que haya sido diseñado no solo por Nazca, sino también por los Paracas, quienes crearon geoglifos en este estilo desde aproximadamente el año 800 aC. a 200 aC
Una de las Líneas de Nazca en Perú (imagen representativa). Diego Delso / CC
Las líneas de Nazca fueron redescubiertas hace casi 100 años en el desierto del sur de Perú. Los geoglifos más grandes tienen más de 1,000 pies de largo. Su propósito sigue siendo un misterio; los arqueólogos piensan que pudieron haber sido religiosos (su tamaño colosal era mejor para ser visibles para las deidades del cielo), o quizás que eran herramientas para registrar la astronomía. La geógrafa María Reiche, que dedicó su vida a estudiar las líneas, creía que representaban constelaciones. Mientras tanto, su protegida pensó que representaban contra-constelaciones, no las estrellas, sino el espacio oscuro en el medio.
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